Cuando lanzamos "WALKS WITH FE", estábamos lejos de imaginar que este nombre, de manera metafórica, tendría mucho sentido en el escenario actual. Si no podemos hacerlo físicamente, recorremos estos caminos juntos a través de la narración. Esta narración se basará en la experiencia personal, algunas publicaciones interpretativas y el sitio viaromanas.pt. Completamente equivocado decir que todo lo mencionado son verdades absolutas, porque si no podemos explicar la complejidad de tantos temas en nuestra era, la era de la información, aún queda mucho por descubrir sobre tiempos pasados, en este caso construcciones con 2000 años que fueron experimentando cambios. Y como con cualquier otro tema, lo que sabemos hoy en día se puede refutar con otra evidencia a través del constante trabajo de investigación que se está llevando a cabo.
Esperamos que de esta manera también pueda sumergirlo en mi pasión por los Paseos, principalmente por Roman Roads y en el futuro pueda unirse a nosotros para materializar cada palabra que se describe aquí.
Contextualización "Geira Romana", Via Nova, Via XVIII
Durante 5 siglos, entre el 27 a. C. y el 476 d. C., el Imperio Romano prosperó como uno de los imperios más grandes de la historia con una expansión territorial en Europa, Medio Oriente y África del Norte. Además del poder económico, político y militar, mostraron grandes avances civilizacionales, tecnológicos y de ingeniería. Es sorprendente darse cuenta de que con los medios tecnológicos de hace 2000 años, recurrieron a conceptos avanzados como durabilidad, modularidad, proporcionalidad, materiales locales y el uso de las fuerzas de la naturaleza como la fuerza motriz de la maquinaria aplicada a la construcción, que ahora aclamamos tanto, sostenibilidad
Su legado, que todavía podemos ver hoy, es prueba de ello: foros, coliseos, templos, mansiones, mutaciones, viviendas, alcantarillado, campamentos militares, spas, baños termales, acueductos, aras, puentes y lo que me hace querer caminar. El resto de la vida, los Caminos, una forma de unir todo este imperio y facilitar las acciones militares, la extracción de minerales y el comercio, con el fin de mejorar la riqueza de cada región.
¡Hay más de 402,000 km de caminos romanos conocidos, es más que la distancia a la Luna! 372 grandes caminos conectaban las 113 provincias del Imperio. En la provincia de Hispania, (actualmente el norte de Portugal, Galicia, Asturias y León), en la región de Gallecia existe un triángulo político-administrativo y vial entre Bracara Augusta (Braga), Luco Augusti (Lugo) y Asturica Augusta (Astorga), capitales de cada territorio, Conventus. Desde Braga había 5 rutas, con la Vía XIX conectando Bracara Augusta con Luco Augusti y la XVII Bracara Augusta con Astúrica Augusta. La numeración de las carreteras y su estudio tiene como fuente inestimable el Itinerario Antonino, que es el estudio de carreteras realizado en ese momento, presumido en el siglo III, con una indicación de las estaciones de parada, Mansiones y Mutaciones, y el distancias respectivas expresadas en millas. La milla, una medida creada por los romanos (equivalente a aproximadamente 1,5 km), medía 1000 pasos del ejército. Para marcar cada milla, la distancia a cada destino e información sobre la construcción, colocaron una vía monolítica cilíndrica, llamada Marco Miliário. Cada vez que hubo cambios en el diseño, reparaciones, cambios en el Emperador, colocan un nuevo Hito, sin eliminar el anterior, para que en la misma milla podamos encontrar varios hitos. Los hitos son la principal evidencia del paso del camino, ya que, a diferencia de las aceras y puentes, no hay dudas sobre su origen romano. Sin embargo, algunos están desplazados, dañados, incapaces de leer, aumentando los errores y generando dudas sobre la ruta real de paso.
La Geira romana aparece más tarde con una ruta diagonal, alternativa a la Via XVII, de ahí el nombre de Via Nova. Esta segunda ruta facilita la conexión entre las dos capitales del noroeste peninsular, acortando la distancia y permitiendo el acceso a las regiones montañosas del territorio y la exploración de áreas mineras.
Pero, ¿qué hace que esta Via Romana sea tan especial?
Es el mejor conservado de Portugal y ÚNICO EN EL MUNDO, un museo al aire libre, ya que cuenta con más de 230 hitos en la ruta a Astorga (215 millas), muchos de los cuales aún están epigrafiados (¡Sí, después de 2000 años! ) y cuya densidad por milla es un hecho sin paralelo en el mundo romano, además de innumerables vestigios de muros, partes de aceras, vestigios de mansiones, mutaciones, campamentos militares, puentes, etc.
El paisaje circundante hace que este camino sea aún más monumental, con imponentes relieves que alcanzan altitudes superiores a los 1500 metros (Serra do Gerês, Serra do Burgo). Sin embargo, la Vía, con la excepción de 3 puntos, nunca supera los 900 metros, en general es una ruta suave y armoniosa, sin grandes pendientes, curvas con arcos de curvatura correctos, uso de accidentes del terreno, como piedras, características. común a los caminos romanos que demuestran el uso de instrumentos matemáticos y de medición de precisión en su construcción. ¡Es casi imposible imaginar que estos caminos no fueron diseñados después de estudios topográficos e ingeniería moderna, sin imágenes aéreas!
La búsqueda del verdadero diseño de los caminos romanos me causa una paradoja de sentimientos y es por eso que me enamoro. Si, por un lado, desea respuestas, certezas, por otro, el descubrimiento permanente de nuevas posibilidades, la búsqueda de más información y conocimiento (que, en lugar de aclarar, crea aún más dudas 馃槉), la aventura de mochilear, hablar con personas alrededor de sus huellas y recuerdos de la infancia, ¡haz que estos caminos estén inacabados sin importar cuánto camines por ellos!
Mañana "dejamos" a Braga en la primera etapa de esta aventura. De acuerdo?
"Me estoy vengando una vez más, mirando a esta Geira romana y sus hitos.
Me estoy vengando de cuántos Caesars ha dado el mundo, convencido de que es suficiente construir aceras y puentes, registrar la era y el nombre en una columna, para que la eternidad esté en ellos ".
Miguel Torga, Diario IV